Cada día que pasa sin hacer nada, el problema empeora.
Primero lo ocultás… después te acostumbrás.
Dejás de ir a la playa, a la piscina, de caminar descalzo.
Evitás preguntas, cubrís con esmalte, y ni vos querés mirar tus pies.
😞 El hongo se fortalece, avanza y daña la raíz de tu uña.